Las autoridades sanitarias recomiendan el lavado de manos con agua y jabón frecuentemente para reducir los posibles contagios por COVID-19; si bien es complicado efectuar ese lavado de manos cuando la persona se encuentra fuera de su domicilio o en lugares desprovistos de un lavabo donde poder lavarse las manos de forma adecuada.
Por ese motivo se ha extendido el uso de geles o soluciones hidroalcohólicos para la desinfección o la higiene de manos, por la comodidad que supone para el individuo el poder llevarla consigo en todo momento.
Posibles efectos secundarios del consumo continuado de los geles y soluciones hidroalcohólicas
Debemos de tener presente que el consumo de estos productos de manera repetitiva puede conllevar efectos secundarios no deseados como son la sequedad cutánea, la dermatitis de contacto irritativa y la dermatitis de contacto alérgica.
No es recomendable su uso en ningún caso en aquellas personas que tengan cualquier tipo de eccema en sus manos, o tengan piel rosácea, psoriasis, dermatitis atópica o piel sensible, para evitar agravar sus dolencias previas.
¿Hay riesgo de sufrir quemaduras?
Es bastante improbable que se puedan producir en el individuo quemaduras por exponerse al sol tras haberse aplicado en la piel geles hidroalcohólicos, ya que el alcohol se evapora al entrar en contacto con la piel a los pocos minutos.
La aparición de problemas relacionados con una posible reacción fotosensible, probablemente se deba a otros componentes del gel hidroalcohólico y no a la presencia de alcohol en los mismos, al igual que sucede por ejemplo en el caso de algunos perfumes, que pueden generar en el individuo el mismo problema.
Alejar a los geles hidroalcohólicos de las altas temperaturas
Es importante no exponer a los geles y soluciones hidroalcohólicas al sol o a las altas temperaturas, ya que pueden haberse formado gases en su interior; por lo que desde Cárdenes Salud recomendamos encarecidamente evitar dejarlos en el coche o en la bolsa de la playa o en la piscina.
Es prácticamente imposible que se produzca una explosión de los recipientes en los que se encuentran depositadas dichas soluciones hidroalcohólicas, pudiendo como mucho sufrir una deformación por el calor, que haga que se derrame el contenido del mismo.
Además no es recomendable el uso de geles y soluciones hidroalcohólicas en aquellas personas que vayan a estar expuestas al sol durante un periodo de tiempo prolongado, ya que por un lado correrán el riesgo de sufrir un efecto secante e irritativo en su piel y por otro lado, puede hacerle más sensible a la fotosensibilidad.